La costa de la Carretera Austral, extendiéndose desde el estero Reloncaví hacia el sur, revela una maravilla natural inigualable en la región de los Lagos, Chile. Este tramo costero, bañado por las aguas del Pacífico, se distingue por su asombrosa diversidad paisajística y la sensación de aislamiento que lo envuelve.
Al partir desde el estero Reloncaví, la Carretera Austral serpentea entre bosques exuberantes y fiordos majestuosos. La costa se encuentra salpicada de islas y archipiélagos, creando un escenario visualmente cautivador. Acantilados escarpados se yerguen imponentes sobre el océano, proporcionando miradores perfectos para avistar ballenas y delfines (Toninas) que danzan en las aguas azules.
A medida que avanzamos hacia el sur, la Carretera Austral revela playas de arena negra y pequeñas localidades pesqueras que mantienen viva la tradición marítima. Glaciares descienden desde las montañas, desembocando en lagos de tonalidades turquesa, creando un espectáculo natural de proporciones épicas.
Este tramo de la costa de la Carretera Austral da un testimonio de la belleza indómita de la naturaleza Chilena, donde la serenidad del océano se fusiona con la majestuosidad de los paisajes sureños de Chile. Cada curva del camino revela un nuevo capítulo de este cuento costero, dejando una impresión imborrable en aquellos que se aventuran a descubrir este rincón remoto y fascinante del mundo.